La ciudad de Esperanza, es la capital del Departamento Las Colonias
de la Provincia de Santa Fe y debe su origen al Contrato de Colonización
firmado el 15 de Junio de 1853 entre el Gobierno de la Provincia de
Santa Fe, representado por el Gobernador y Capitán General
Domingo Crespo y el Ministro de Gobierno Manuel Leiva y el salteño
Aarón Castellanos.
Por dicho contrato, inspirado en los propósitos del gobierno
de la provincia, de promover y desarrollar las riquezas naturales,
las industrias y particularmente la agricultura; Aarón Castellanos
quedó autorizado a introducir en el territorio de la misma
1.000 familias de labradores europeos en grupos de 200 familias cada
uno, en el plazo de diez años a partir de la llegada del primer
contingente.
Este vasto plan realizado sólo en su faz inicial, a partir
de 1855, fue suficiente para impulsar la política de colonización
agrícola que venía persiguiendo el país desde
1822.
Según lo dispuesto por una de las cláusulas del contrato,
el gobierno de Santa Fe procedió en Setiembre de 1855, a la
división y amojonamiento de las tierras para la proyectada
colonia. La misma se ubicaría en los terrenos del llamado Cantón
de Reyes, sobre el río Salado. Por esta razón se toma
ese mes como fecha de fundación, ya que el hecho de fundar
se considera anterior al de poblar.
Existía en dichas tierras y en las aledañas, una primitiva
población aborigen representada por tribus nómades a
las cuales contenía una línea de fortines.
El 20 de Enero de 1856, con la llegada a Buenos Aires del primer grupo
de inmigrantes con destino a la colonia se inicia la población
de Esperanza.
Nuevos contingentes se sucedieron en los meses siguientes, concretándose
así la introducción de las 200 familias.
La población fundadora se componía en su mayoría
de familias suizas con un importante aporte de alemanes y franceses.
Un reducido número de belgas, luxemburgueses y saboyanos completaban
el contingente originario. Provenían de clase media, eran expertos
en artesanías y oficios más que en la práctica
de la agricultura extensiva. actividad que tendrían que desarrollar.
Dos cultos: católico y protestante, y dos idiomas: alemán
y francés, fueron los predominantes.
La colonización se efectuó bajo el principio de la "subdivisión
de la propiedad" y en cumplimiento a la cláusula 7a. del
contrato, se adjudicó a cada familia una concesión de
tierra, equivalente a 20 cuadras cuadradas (33 hectáreas).
Las Concesiones se distribuyeron: 100 al Oeste para las familias de
lengua alemana y 100 al Este para las de lengua francesa.
Esta sesión de 200 concesiones implicó un plan de colonización
agrícola que no tuvo parangón en su tiempo, con la adjudicación
de tierras realizada en otras regiones del país.
La instalación de la colonia provocó consecuencias políticas,
económicas, culturales y demográficas al incorporar
un elemento humano que difundió hábitos de vida organizada,
arraigo a la tierra y división del trabajo.
El acrecentamiento de la población en el litoral y la transformación
del desierto en tierras de labranza permitió el surgimiento
de nuevas colonias que constituyeron una avanzada política.
Esperanza constituye el triunfo del trabajo y de la voluntad del hombre
que tuvo que proveerse, defenderse y avanzar aún en medio de
factores adversos.
La fe puesta en la alta empresa dio origen a su nombre: ESPERANZA. |